- Seis de la tarde. Debo irme. Diablos, pinche after.
- Te acompaño a la puerta.
- Creo que caminaré algunas calles antes de tomar un taxi. Necesito quemar las tachas.
- Vale, voy contigo unas cuadras y hablamos otro poco.
- Deberíamos tomarnos un café...
- Ok, vamos.
- ... un día de estos. Ja, genial ¿Un Starbuks, La Selva, mi casa?
- Tu casa suena perfecta.
- Perfecto.
- Seis de la mañana. Diablos. Tengo que irme.
08 septiembre 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Y dicen que no eres romántico...
¿Quién dice que hablo de mí?
¿Importa si eres tú o no?
me gustó esta historia, maestro Juan Pedro. Muy buena¡ saludos desde el viejo continente¡
Publicar un comentario