03 marzo 2013

El retorno


Guillo entra a su casa con prisa para que no lo vea su madre.

Corre a su cuarto y se mira ante el espejo: jadea un poco: desaliñado y sudoroso. Se quita los zapatos con calma, la camisa con cierta cadencia, el pantalón lentamente. La ropa interior ha quedado en algún lado.

Respira como saboreando y jalando el recuerdo: alienado, pero también pleno, como cuando completas algo en ti que sabías que te hacía falta.

Guillo se mete en la cama sin bañarse, recordando dónde ha estado el resto de la tarde.Y duerme perfecto. 

Pero antes sonríe y cae en cuenta: hoy es la primera vez que ha hecho lodo.

0 comentarios: